DIFERENCIAS ENTRE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA Y LA FORENSE
¿QUÉ ES LA PSICOLOGÍA CLÍNICA?
La Psicología Clínica es el área de la Psicología cuyo objetivo es estudiar, tratar y prevenir los trastornos mentales, así como mejorar la salud mental y bienestar psicológico de la población. Para ello, se encarga de diagnosticar, prevenir y realizar las intervenciones psicológica necesarias para modificar aquellas conductas disfuncionales que generan malestar prolongado a las personas.
Dentro de la psicología Clínica podemos encontrar diferentes corrientes teóricas que entienden el individuo desde diferentes perspectivas, al igual que diferentes figuras legales que puedan practicarla.
¿QUÉ DIFERENCIAS HAY ENTRE PSICOLOGÍA FORENSE Y PSICOLOGÍA CLÍNICA?
Es cierto que ambas son ramas de la Psicología y que, por tanto, todas las personas que ejerzamos en una u otra debemos tener el título correspondiente, pero hay ciertas diferencias destacables que hay que mencionar:
- Objetivo:En evaluación forense el objetivo es ayudar en la toma de decisiones a los jueces y tribunales en lo relacionado con un tema (en este caso de índole psicológica) que se escapa a su entender, mientras que el trabajo en psicología Clínica tiene por objetivo la evaluación del malestar psicológico con el fin de diagnosticar y poner en marcha una intervención tras este. Al hablar de diagnóstico nos referimos tanto a englobar los síntomas encontrados bajo una etiqueta diagnóstica procedente de cualquiera de las clasificaciones, como a la conclusión resultante de la fase de evaluación.
- Relación con el psicólogo: en forense la relación es algo más escéptica, en el sentido de que es mucho más probable que la persona que venga a evaluación tienda a mentir, produciendo de esta forma los fenómenos simulación y disimulación. ¿Por qué? Porque normalmente en este campo hay muchos intereses secundarios: obtención de custodia, obtención de una incapacidad, pensión, disminución o aumento de una pena…etc. La relación entre el sujeto y el profesional en la psicología Clínica es más estrecha, aunque pueden surgir mentiras no es nuestro objetivo detectarlas o juzgarlas en un primer momento ya que esta conducta puede ser un reflejo de la problemática que trae al sujeto a consulta. Esta relación está basada en la empatía, aceptación plena y no establecer juicios de valor.
- Secreto profesional: el secreto profesional es aquel por el que el psicólogo no puede comentar nada a nadie sobre lo que en evaluación se hable sin el consentimiento de la persona. En forense, hay secreto profesional, pero se encuentra “enmascarado”, ya que la evaluación normalmente es pedida por un juez por lo que todo lo que se encuentre y lo que se hable en el informe va a ser conocido por las personas que llevan el caso como abogados, jueces, fiscales. Sin embargo sí que es cierto que no se podrá comentar lo que se hable con personas ajenas al caso. Además, no toda la información que el evaluado nos comente tendrá que aparecer necesariamente en el informe, sino que solo aparecerán aquellos aspectos relevantes para el objetivo de pericia que nos piden. En cuanto al secreto profesional en la clínica, este si existe, aunque con algunas salvedades. El artículo 40 del código deontológico recoge que toda la información recabada del sujeto estará sujeta al secreto profesional salvo que este lo consienta de forma expresa, pero la realidad es que este artículo se contradice con otros que podemos encontrar en el mismo código deontológico, como el artículo 8 que habla sobre el deber de informar sobre los malos tratos o violaciones de derechos humanos que sufra cualquier persona y que conozcamos debido a nuestro ejercicio profesional.
- Evaluación: en forense la evaluación irá encaminada a conocer aquellos aspectos necesarios para dar respuesta al objeto de pericia. Es decir, si por ejemplo me piden que haga una valoración de la probabilidad de haber sufrido acoso laboral, mi evaluación tiene que tocar temas que me vayan a servir para conseguir ese tipo de información, dejando a un lado temas que no son relevantes para la evaluación concreta de ello. Por ejemplo se tocarían temas sobre el lugar de trabajo, sobre las experiencias de la persona en el lugar de trabajo, sobre los hechos según la persona, sobre sus vivencias, posibles síntomas derivados…etc., y se dejarían a un lado por ejemplo las relaciones sexuales con su pareja (ya que se presupone que una cosa con la otra no tiene nada que ver. No obstante, a lo largo de la evaluación, según la información que vaya saliendo lo que en un principio puede no parecer relevante luego puede serlo). En el ámbito clínico, la evaluación se realizará de forma general sobre el funcionamiento psicosocial del individuo, empezando por el problema o situación que le trae a consulta, desde cuándo se mantiene esta situación, cuáles fueron los eventos precipitantes de dicha problemática, qué predisponentes han influenciado, así como los intentos de gestión previos (y resultados) y las limitaciones ocasionadas en las diferentes áreas de su vida. Se recomienda realizar una evaluación tanto descriptiva como funcional de síntomas psicopatológicos que permita establecer hipótesis de origen y mantenimiento que guíen la intervención posterior.
- Intervención en sala de justicia:la evaluación en forense, como ya se ha dicho, va dirigida al ámbito judicial por lo que el informe siempre llegará a manos del juez. Pero nosotros la mayoría de las veces y siempre que el juez así o disponga también tendremos que ir presencialmente a ratificar en juicio oral. Desde el ámbito clínico, la intervención en sala de justicia no es esperable ni el fin del proceso descrito anteriormente, pero no podemos descartar que pueda darse la situación durante nuestro proceso terapéutico con un cliente en calidad de testigo.
¿EXISTEN ALGUNAS SIMILITUDES ENTRE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA Y LA FORENSE?
Pero no todo iban a ser diferencias, ambas ramas tienen características en común como no podía ser de otra forma, ya que las dos son ramas de la Psicología. Éstas son las siguientes:
- Ambas se nutren de los principios básicos de la Psicología general, por lo que para ejercer en cualquiera de ellas hay que realizar los estudios universitarios correspondientes a la Psicología.
- Ambas se rigen en materia ética por el Código Deontológico de la Psicología, que se trata de un código que toca todos los temas éticos, de actuación y de buenas prácticas que todo psicólogo debe seguir.
- Ambas utilizan las mismas técnicas de evaluación, como son la entrevista, las pruebas psicométricas y la observación. No obstante sí es cierto, que en el caso de las pruebas psicométricas se hace necesaria mayor investigación para su aplicación en psicología forense, ya que como hemos visto se trata de un campo diferente. La aplicación de pruebas que fueron creadas principalmente para usar en terapia puede afectar en gran medida a la fiabilidad y validez de las mismas en el campo forense, ya que se trata de muestras de personas con características diferentes y predisposiciones diferentes.
PSICOLOGÍA CLÍNICA Y FORENSE… EN OCASIONES, ÍNTIMAMENTE LIGADAS.
De todas formas, aunque a priori parezcan ramas de la Psicología totalmente diferenciadas, en ocasiones también están íntimamente ligadas, ya que en muchas ocasiones las conclusiones de un informe pericial recomiendan el inicio de un tratamiento psicológico, y en muchas otras, ambas intervenciones se dan de manera conjunta (por ejemplo un niño con problemas de adaptación por el divorcio de sus padres podría estar yendo a terapia para aprender a procesar la situación, pero también es probabe que si sus padres están en un divorcio contencioso, sea evaluado por un perito para valorar quién de sus dos progenitores debe ostentar la guarda y custodia).
Entrada en colaboración con: Natalia Mateos Chanca, psicóloga por la Universidad de Salamanca especializada en Psicología General Sanitaria por la Universidad Pontificia de Salamanca y en terapias contextuales. Actualmente trabaja en Psicólogos Princesa 81 realizando funciones de psicóloga y tutora en el área de formación de la misma rama. Puedes encontrarla en las siguientes redes sociales: Instagram y LinkedIn.