CONSECUENCIAS DE LA VICTIMIZACIÓN SEXUAL INFANTIL.
¿QUÉ ES LA VICTIMIZACIÓN SEXUAL INFANTIL?
La victimización infantil se ha definido como el daño o perjuicio causado a un niño, niña o adolescente por el comportamiento contrario a las normas sociales de otras personas (Finkelhor, 2007). Hace referencia a un amplio tipo de violencias, no únicamente al maltrato físico o abuso sexual infantil. Hace referencia también a la producida por delitos comunes, acoso escolar, exposición a la violencia, explotación laboral, prostitución, etc. Aunque este artículo se centrará en la victimización sexual infantil y sus consecuencias traumatogénicas.
Se trata de un problema de salud pública que afecta a un 12,7% de menores en forma de abuso sexual y un 36,3% en forma de abuso emocional (Stoltenborgh et al. 2014). Otros estudios epidemiológicos internacionales coinciden con los datos obtenidos en población española, donde muestran que entre el 10% y el 20% de la población ha sufrido alguna forma de victimización sexual afectando a uno de cada cinco niños y niñas (Pereda, 2016).
¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DE LA VICTIMIZACIÓN INFANTIL?
La victimización sexual en la infancia suele derivar en consecuencias psicológicas de diversa índole, como trastornos del estado de ánimo, de ansiedad, sexuales e ideación suicida. Esta sintomatología puede aparecer tiempo después al acontecimiento traumático y perdurar toda la vida (Steine et al., 2017).
DESARROLLO DE FACTORES CONSECUENTES DE LA VICTIMIZACIÓN INFANTIL DESDE UNA PERSPECTIVA TRAUMATOGÉNICA
Según Finkelhor y Browne (1985) las consecuencias de la victimización sexual infantil, analizadas desde una perspectiva traumatogénica, provocaría el desarrollo de una serie de factores que se enumeran a continuación:
- Sexualización traumática:
Es el proceso de distorsión de la sexualidad de los menores que genera conductas disfuncionales en el desarrollo personal e interpersonal. Se puede reflejar en conductas como preocupaciones, obsesiones y compulsiones sexuales, explosiones de ira o miedo y malestar general. Todo ello, afectando a la conducta sexual adulta.
- Sentimiento de traición:
Hace referencia al impacto emocional generado por una persona de confianza de la que se esperaba atención afecto y cuidados y que ha infligido daño. Este sentimiento también se puede experimentar hacia personas cercanas, no abusadoras, cuando tras revelar el abuso se obtiene una respuesta poco cuidadosa para la víctima (Pereda y Sicilia, 2017).
- Impotencia:
El sentimiento de impotencia aparece y se incrementa cuando se frustran los intentos de detener la victimización, ya sea por miedo, dependencia u otras emociones que paralicen a la víctima. También se acrecenta cuando se realizan juicios ineficaces y se ejerce coerción o manipulación cuando la persona revela lo que le ha ocurrido.
- Estigmatización:
Se trata de un sentimiento de inadecuación o de diferencia con respecto al resto de personas debido a la cantidad de creencias y connotaciones negativas que se le comunican al menor cuando revela el abuso. Estos juicios negativos suelen provenir directamente del victimario, quien culpabiliza a la víctima. Asimismo, el secretismo aumenta aún más el sentimiento de culpa e inadecuación, acrecentando la estigmatización y produciendo sentimientos de soledad y aislamiento emocional. En el peor de los casos, la víctima puede tener ideaciones suicidas y consumación (Kanter y Pereda, 2020).
¿DE QUÉ DEPENDE EL DESARROLLO DE ESTAS CONSECUENCIAS?
No obstante, los efectos que las experiencias de victimización sexual desencadenen dependen no sólo de las características del abuso, sino también de las características contextuales e individuales de la víctima, por tanto, en muchos casos éstas se muestran asintomáticas (Saywitz, Mannarino, Berliner y Cohen, 2000).
Aunque no se perciba una sintomatología grave observable, únicamente el malestar psicológico derivado del abuso sexual ya constituye un factor de riesgo de polivictimización. Por ello, es fundamental evaluar el estado psicológico de la víctima y realizar un tratamiento específico centrado en trauma.
Bibliografía:
Cuevas, C. A., Finkelhor, D., Clifford, C. y Ormrod, R. K. (2010). Psychological distress as a risk factor for re-victimization in children. Child Abuse & Neglect, 34(4), 235-243.
Finkelhor, D. (2007). Developmental victimology: The comprehensive study of childhood vicitmizations. En Davis R. C., Luirigio A.J., Herman, S. (Eds.) Victims of Crime. 3a ed. Sage. Thousand Oaks, CA, EEUU. pp. 9-34.
Finkelhor, D. y Browne, A. (1985). The traumatic impactof child abuse: A conceptualization. American Journal of Orthopsychiatry, 55(4), 530-541.
Kanter, B. y Pereda, N. (2020). Victimización Sexual en la Infancia e Intervención Basada en la Evidencia: La Terapia Cognitivo-Conductual Focalizada en el Trauma. Revista de Psicoterapia, 31(115), 197-212.
Pereda, N. (2016). One in five? Child sexual victimisation in Spain. Psychologist Paper, 37(2), 126-133.
Saywitz, K. J., Mannarino, A. P., Berliner, L. y Cohen, J. A. (2000). Treatment for sexually abused children and adolescents. American Psychologist, 55(9), 1040-1049.
Steine I.M., Winje D., Krystal J.H., Bjorvatn B., Milde A.M., Gronli J., Nordhus I.H., Pallesen S. (2017). Cumulative childhood maltreatment and its dose-response relation with adult symptomatology: Findings in a sample of adult survivors of sexual abuse. Child Abuse Neglect, 65, 99-111.
Stoltenborgh, M., Bakermans-kranenburg, M., Lenneke, A. y van IJzendoorn, M. (2014). The Prevalence of Child Maltreatment across the Globe: Review of a Series of Meta-Analyses. Child Abuse Review. 24.
Entrada realizada por: Elena Flores psicóloga con número de colegiada CV-15412 y Máster Universitario en Psicología Jurídica y Forense por la universidad de Granada. Actualmente se encuentra adscrita al turno de oficio del Listado Oficial de Psicólogos forenses del Colegio de Psicólogos de la Comunidad de Valencia, y paralelamente, está realizando una investigación sobre victimización en la infancia, el acoso y el ciberacoso escolar y el suicidio, en el área de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad Miguel Hernández de Elche. La podéis encontrar en Instagram como @e.perit y en su página web.